Este es un drama de la vida
real. Lo vengo viviendo desde hace más o menos un par de meses. De lunes a viernes,
desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde, vengo siendo víctima de acoso
telefónico. Sistemático, casi sin parar. Y no me refiero a las llamadas con las
que suelen atacar los extorsionadores – dicho sea – es un tema que ya se le escapó
de las manos al gobierno. El hostigamiento del cual vengo siendo víctima
proviene de empresas de telefonía, bancos, universidades, operadores de
TV y hasta tiendas de ropa.
Método de hostigamiento 1: el
cliente elegido
-Sr. Jorge Zaferson lo
llamamos del banco X para decirle que ha sido elegido de nuestra base de
clientes para obtener hoy una tarjeta de crédito, con una línea de crédito disponible de X
soles, los cuales podrá utilizar inmediatamente al finalizar esta llamada, ¿Me
proporcionaría su dirección para poder enviársela?
-No señorita, gracias. No
deseo ninguna tarjeta de crédito por el momento.
-Pero señor, tenga en cuenta
que tendrá una línea de crédito sin intereses y ahora mismo sin firmar algún
documento, solo tiene que decir SI en estos precisos instantes.
-Señorita no deseo la tarjeta,
gracias. En estos momentos estoy ocupado. Disculpe.
-¿Cuál es el motivo por el
cual no desea aún nuestra tarjeta de crédito?
-Porque estoy conforme con las
que actualmente manejo, y no necesito añadir otra a mi uso. Tengo que cortar.
Disculpe.
Fin de la conversación. Para
comenzar una entidad financiera que otorga créditos, siempre cobra intereses sino como ganaría dinero; no entiendo
cómo puedo estar en su base de datos, fácil me sacaron de una lista de datos de
la Deep web o – quizá menos probable jaja – es que sea por el hecho de haber
comprado en una tienda por departamento que coincidentemente lleva el mismo nombre del banco.
Método 2: migración de
operador móvil
-Buenas tardes, ¿con el Sr.
Jorge Zaferson, titular de la línea? Lo llamamos de Movistar para informarle
que tenemos planes que se adecuan mejor para usted.
-Disculpe joven, pero en estos
momentos no estoy interesado en los planes de telefonía de Movistar.
-Anímese, contamos con equipos
a un bajo costo. Nosotros nos encargaremos de realizar la migración de
operador. Sin costo alguno y de manera inmediata.
-No gracias. Me siento a gusto
con el equipo y plan que tengo ahora. No quiero migrar. Hasta luego, disculpe.
Fin de la conversación.
Probablemente a muchos los han llamado con la misma finalidad. Pero se
convierte en hostigamiento cuando te llaman por lo mismo aproximadamente dos
veces al día y peor aún siendo del mismo operador móvil.
Método 3: servicio al cliente
-Buenas días, Sr. Zaferson. Lo
llamamos de tiendas X para saber si quedo conforme con su traje y con el
servicio brindado en nuestro local.
-Señorita en estos momentos no
puedo atenderla, pero todo muy bien.
-Entonces, por favor podría
responder a las siguientes preguntas.
-Señorita no puedo, disculpe.
-Entonces, ¿en qué momento
estará disponible para volver a llamarlo?
-Pues a partir de las siete de la noche
aproximadamente.
-Entiendo, pero a esa hora ya no será posible,
para otra oportunidad será. Tenga buen día.
-Igualmente señorita.
Fin de la conversación.
Así me la paso contestando
llamadas todos los días, con amabilidad, cortesía y educación. Muchos ya me han
dicho que los debo mandar al diablo, que me queje al Indecopi, que simplemente
no conteste o mejor aún descargue una app que funciona como detector de esta
clase de llamadas y automáticamente las desvía. Pero no lo hago por el simple
hecho de que en ocasiones me llaman de centros educativos por cursos y charlas
que se van a dictar, las cuales me interesan. De suscripción de diarios y
revistas que me interesan, ofreciéndome descuentos y membresías mejoradas. De
un nuevo trabajo al cual me pude postular y espero el contacto. Y hasta de la
SUNAT o mi SAB, ya que algo importante tendrán que decirme.
Además, porque desde hace un
tiempo tengo conocimiento que por cada llamada contestada, es una llamada
pagada para las personas que trabajan en call center. Si nadie te responde
ese día, simplemente no cobras las comisiones, que implícitamente dicen que
ganarás como parte de tu salario mensual, cuando en realidad solo te llevas la
RMV. Seguiré aceptando las llamadas, pero espero que ya no me acosen tanto.