Mi vida universitaria terminó hace casi cuatro años, miro atrás y la veo tan lejana como efímera. Cuando uno recién ingresa a la universidad, sabe que algún día llegará el momento de la tesis, pero para ese entonces uno cree – erróneamente – que estará más que preparado para abordar el momento cumbre de esa etapa, teniendo como uno de los fines obtener el título profesional. Ese documento será el intermediario en abrirnos – de manera más práctica – las puertas laborales y nos permitirá ir subiendo de niveles tal cual una escalera eléctrica, obviamente también complementándose con otras plusvalías que uno mismo pueda aportar a la faceta laboral y profesional que le corresponda afrontar.
Así, me permito humildemente profesar los que han sido los 10 mandamientos para realizar mi tesis y sin duda alguna no morir en el intento.
- Primer mandamiento: Amarás tu tema de tesis sobre todas las cosas. No elegirás un tema que no te guste. Si no, literalmente, vivirás en el infierno. Intenta profundizar en tus gustos y encontrar algo por lo que mínimamente te apasiones y tengas interés en investigar.
- Segundo mandamiento: Honrarás a tu asesor. No elegirás al más buena gente, al que te pasará todo sin observaciones de fondo. Encuentra uno que conozca y tenga una relación coherente con tu tema. Se curioso e investígalo un poco. Es casi como pedirle matrimonio y que mejor si te dice sí, a la primera y sin titubeos. Si ello ocurre pues es amor a primera vista.
- Tercer mandamiento: Santificarás un cronograma. Actualmente, todas las universidades tienen implementados estos cursos en pregrado incluso desde antes de quinto año, lo que permite que no salgas como un loco calato a comenzar desde cero. Trata de ir avanzando bajo un esquema de prioridades. Es muy útil realizar junto a tu asesor un listado de los puntos básicos que debes ir obteniendo en fechas determinadas.
- Cuarto mandamiento: No te inventaras información – salvo seas de la UCV – , por lo que corresponde que seas como un ratón de biblioteca en toda la gama de la virtualidad a la que puedas acceder. Así que chapa tu post it o la app Keep, y organízate. Todo sirve.
- Quinto mandamiento: No cometerás actos impuros, ni robarás ni mentiras. En castellano, NO AL PLAGIO. Piratearte contenidos de otras tesis, copiar textos o citarlos como tuyo, o simplemente creerte súper astuto y bajar algo de lo que se publica en el rincondelvago.com y monografías.com. Meterlo en tu tesis solo te llevara a la perdición.
- Sexto mandamiento: No pensarás en tu tesis como una labor en vano. No es solo un trabajo universitario. Si comienzas así, terminarás haciendo algo mediocre. Lígala a tu carrera y enfócala hacia tus metas profesionales. Es probable que esta investigación te sirva más adelante. Créeme, sé porque lo digo.
- Séptimo mandamiento: No dejarás de escribir. Ten tu verborrea a mas no poder. Vomita todo lo que aflore de ti. Escribe sin pensar en la extensión y a veces siquiera en la redacción y la ortografía. El estilo es el segundo paso.
- Octavo mandamiento: No seas confiado. Haz una copia de datos. Asegúrate de crear un respaldo electrónico y físico de los avances de tu trabajo. Google Drive, USB, Nube, correo electrónico. Es más, si quieres volverte un maniático de los respaldos como yo, pues tranquilo, aunque muchos piensen que eres un exagerado, el tiempo y las crisis típicas de estos momentos te lo agradecerán.
- Noveno mandamiento: Aceptarás y tomarás en cuenta las correcciones de tu asesor y jurados, no te paltearas si el primer borrador que entregues te lo devuelven como si Andy Warhol hubiese hecho una obra encima. Sin embargo, no te fíes.
- Decimo mandamiento: Disfruta por sobre todas las cosas de tu tesis. Enamórate de ella. Cuando tengas que presentarla, va a ser mucho más fácil sustentarla si es que el primero que cree en ella eres tú mismo. Al final puede que sea una extensión tuya después de esos cinco años de tu vida estudiando.