jueves, 31 de octubre de 2024

Tienes que poner límites

 

No se trata de ser bueno, se trata de ser tú

Cuando tienes que poner límites, los pones

Cuando algo se pasa de la raya, hay que pararlo

Estas líneas previas, me las hizo llegar una amiga, desde la plataforma de TikTok, siempre he sido escéptico sobre la información que uno puede encontrar en las redes sociales, de hecho, la única que consumo es Insta – siempre con pinzas – pero de vez en cuando uno se topa con cosas como esta, que pueden ser hasta cierto punto, enriquecedoras.

Me resuena lo siguiente: Se trata de ser tú, desde lo que somos hoy día, siendo en la medida de lo posible conscientes con lo que hacemos, decimos y deseamos.

Ser uno mismo, significa mostrarse tal cual uno es, con defectos y bondades. Ser uno mismo, al mismo tiempo implica poner límites, no se trata de dejar que te pasen por encima, de hecho, no pasa nada cuando pones límites, porque cuando alguien no coloca los límites, pues simplemente se posiciona en estado de peligro, ya que están alterando tu bienestar.

Ser uno mismo, incluso es ser vulnerable, obviamente ello no ocurre con todo el mundo, sino tan solo con tu círculo más cercano y privado, desde lo que somos, debemos permitirnos ser ayudados en un mal momento y también ser elegibles hasta en la peor versión de uno mismo.

Pero como todo en la vida, a veces tienen que pasar tus límites para que recién puedas aprender.

Como seres sociables, que buscan la aprobación de otro, podemos encontrar en el amor un siguiente nivel, eso ocurre cuando afrontas todo lo que te ocurre sin quedarte solo con el acto superficial, sino más bien ahondando en la búsqueda de aquella herida de trasfondo que tiene la persona en frente, porque he aprendido por mucho, que todos finalmente conectamos con aquel niño o niña de nuestro interior, que por supuesto ha de tener traumas, y si no son trabajados, pues en definitiva te mantienen encadenado. Así que, en una siguiente, no te tomes las cosas a nivel personal, finalmente las personas solo somos animales complejos, con capacidad de raciocinio y no nos guiamos del instinto, sino más bien por el deseo, lo que desemboca en toda una maraña de posibilidades en la interacción social y por si no fuera poco, también somo seres amnésicos.

Como un amigo me decía, no existen personas buenas o malas, las personas hacemos cosas en donde todo depende de la perspectiva de quien es observador; todos en algún momento hemos actuado tirando nuestra basura a la humanidad. Pero como usualmente es, lo que entregamos o recibimos del mundo es simplemente una proyección de lo que ocurre dentro de nosotros, de lo que sentimos en ese momento.

Tuve una época que lanzaba toda mi mierda al mundo, porque en realidad estaba molesto conmigo y no me daba cuenta de eso, hasta que lo empecé a trabajar conscientemente, es una chamba constante y tediosa, que en realidad nunca ha de acabar.

Ahora soy consciente de ese estado mío, así que cuando estoy molesto, cabreado o tira mierda, me pongo en la posición de detenerme por un momento y ver que es lo que me está pasando; de ese modo busco solucionar lo que está pasando adentro mío. Por ejemplo, la semana pasada tuve mis cinco segundos de enojo y casi largo a alguien, pero me di cuenta de ello mientras hablaba y puse mi freno de mano, porque finalmente nunca se puede borrar lo que decimos. Así que el chiste va de ser consciente y darse cuenta, de cuando alguien puede transgredir tus límites, así como también, cuando uno mismo se pasa de sus límites o transgrede los de otro. Ahora, esto no es fácil, porque no es algo del momento, sino es un trabajo constante que requiere de mucha consciencia y es algo de no acabar nunca, porque finalmente así podemos aspirar a llegar a nuestro nivel más consciente. Así que recuerda:

No se trata de ser bueno, se trata de ser tú

Cuando tienes que poner límites, los pones

Cuando algo se pasa de la raya, hay que pararlo

No seas tan dulce que te quieran comer.

Añadiría: Porque a veces, te comen con zapatos y todo.

jueves, 17 de octubre de 2024

El triunfo surge de las cenizas del “error”

Esta semana no tenía ánimos para escribir, mi mente estaba tan densa de ideas que era difícil identificar alguna que pudiese plasmar en este plano, estuve tratando incluso de actualizar algunos escritos que ya tengo hechos, pero ninguno me nacía compartir. Así, en ese ir y venir de pensamientos, me embarqué en buscar un poema que recordé haber encontrado hace un tiempo atrás, sin embargo, no lo encontré entre mis apuntes, tampoco en mis libros y curiosamente tampoco en internet – que todo lo sabe – pero me encontré por casualidad – o causalidad – con un poema de Pablo Neruda.

Este poema nos invita a asumir la responsabilidad de nuestras vidas y actuar con lo que somos para ser mas libres, en base a nuestras elecciones, quizá está claro que no podemos decidir por todo aquello que nos sucede, pero en cambio tenemos la capacidad de elegir como vivimos.

Alguien me dijo hace poco que no existe el crecimiento sin previamente haber cometido “errores”, es cierto, me atrevo a decir que los errores son la consecuencia de lo que sabemos hacer ahora en cada momento de nuestra vida. Aprendemos de los errores si los miramos de frente. El aprendizaje que hubiéramos podido adquirir con ellos no se produce si los intentamos atribuir a otra persona o a las circunstancias; porque así entonces, somos nosotros los que perdemos.

Incluso cuando las circunstancias sean de las más desfavorables y no podamos hablar de errores, sino de dificultades extremas, podemos trabajar para aceptarlas y empezar a construir nuevos caminos con aquello en lo que realmente confiamos. Puede ayudarnos a tomarnos un tiempo cada día para conectar con nuestro corazón, nuestra voz interior o nuestra conciencia. Entonces, solo así nosotros mismos seremos nuestros guías. Siempre es peor mirar hacia otro lado, aunque aceptar la realidad "tal como es" implique tener que enfrentarnos a grandes retos.

Cuando tomamos algunas decisiones en la vida, no sabemos qué sucederá después. La vida guarda cuidadosamente sus misterios hasta que estamos listos para descubrirlos. Tal vez evitaríamos algunos de los más difíciles si supiéramos todo lo que nos ocurrirá después de emprender un camino que hayamos elegido. Y puede que se trate precisamente de algunos de los que contribuyen más a nuestro desarrollo como seres pensantes.
Neruda tenía toda la razón, la culpa nos arrastra al pasado y a una vida que no es nuestra. Nos aleja de nuestro propio centro, aquel que debemos buscar desde siempre que seamos conscientes. Aprovechemos la invitación a experimentar la fuerza creativa de la vida, la naturaleza, su capacidad de regeneración y su belleza.

La familia, los amigos, el trabajo, la universidad o demás grupos sociales, son lugares privilegiados para buscar experimentar reinventarse cada día con lo que tenemos a nuestro alcance, con aquello que somos, con la mirada limpia y sin culpar a nada ni a nadie. Y es que, como aprendí hace unos días, cada mañana nace un hombre nuevo, cada día tenemos la oportunidad de equivocarnos de nuevo y aprender más aún. Como dice Comte-Sponville, “somos lo que hacemos, con lo que hicieron de nosotros”.

Sin mas preámbulo, les comparto este poema que quizá ya tengan a bien conocer.

Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo
y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte,
enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de tus actos
y prueba que tú siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro,
acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar
y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado
así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones,
de quien vivirá a pesar de todo,
piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo
y tus problemas sin eliminarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor
y a ser más grande que el más grande de los obstáculos,
mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte
y dejarás de ser un títere de las circunstancias
porque tú mismo eres tú destino.
Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate,
lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida;
nunca pienses en la suerte, porque la suerte es:
el pretexto de los fracasados.

No culpes a nadie - Pablo Neruda.

jueves, 10 de octubre de 2024

Cuestiónate y actúa

 

Esta semana, no he podido sostener la lectura como lo he venido haciendo en las últimas semanas, debe tratarse de esos espacios en la vida de uno, donde sin razón alguna caemos en estados de batería baja, y simplemente seguimos con lo necesario y básico.

Sin embargo, en una lectura, me encontré con una serie de preguntas que me llevaron a pensarlas profundamente, con la finalidad de brindarme una respuesta certera desde el ahora. Ante ello, seleccioné las preguntas que a mi criterio demarcan mayor trascendencia en términos generales para la vida de cualquier ser humano.

Así que, hagamos este ejercicio, supongamos que te quedan menos de veinticuatro horas de vida, por lo que debes cuestionarte con estas preguntas:

  • Si la vida te ofreciera vivenciar tu peor recuerdo ¿Qué haces, lo revives o lo borras?

Tu respuesta definitivamente revelará tus prioridades emocionales.

  • Recibes una caja con todo lo que has perdido (objetos, personas, momentos) en tu vida, ¿Qué es lo primero que buscarías?

Tu respuesta colocara en evidencia lo que mas valoras y deseas recuperar.

  • Al quedarte solo un día de vida, ¿a quién se lo cuentas?

Tu respuesta revelará el grado de complicidad que tengas con la persona elegida. 

  • Si tuvieras que elegir un espacio-tiempo futuro ¿a dónde irías en este momento?

Tu respuesta revelará tus anhelos y metas, así que reformulando sería, que esperas para hacerlo.

  • En una habitación están todas las personas que has conocido en tu vida y solo puedes quedarte con una ¿a quién elegirías?

Tu respuesta revela el impacto de esa persona en tu vida misma, cae de madura la pregunta. 

Esta bien hacerse preguntas de vez en cuando, para poner las cosas en orden, para ir por algo más, para reorganizarse. Así que haz el ejercicio de pensar conscientemente sobre las respuestas que puedes brindar a estas preguntas, y en base a ello, permítete actuar.

jueves, 3 de octubre de 2024

Tiempo, tan efímero como duradero

 

En los últimos días estuve creando momentos para compartir con mis seres queridos, y noté la peculiaridad del tiempo, esa que hasta entonces solo había leído en libros de Comte-Sponville o fracciones de texto de Freud y profundamente con Rolón.

Es así como estuve con quien no solo es mi amigo, sino más bien como un hermano para mí, nos conocemos casi la mitad del tiempo que ambos llevamos en este mundo terrenal. Así que hemos atravesado por muchas vivencias, ya sean de manera conjunta o individual, siendo en definitiva entre las más preponderantes: contar con la ausencia de seres que por algún momento de nuestras vidas nos acompañaron, sin distinción alguna de la relación, de los cuales muchos ya ni siquiera tienen presencia en este plano existencial. Así pues, queda claro, que lo único seguro que tenemos como seres humanos es que nada es para siempre. Todo es finito.

Sucede que mi buen amigo, continuará con su etapa profesional yéndose a un pueblito  que casi no figura siquiera en el mapa  llamado Quiñota. Dado esto, caímos en consciencia que oportunidades para seguir compartiendo tiempo y generando momentos, pues no dispondríamos de muchas, sobre todo en los próximos meses, es así como en estos últimos días, aprovechamos en generar  esos momentos de felicidad – pecando de recatado sino digo que también de euforia – reuniéndonos ya sea en mi depa o en su casa, conversando por unas horas antes de finalizar el día de las banalidades ocurridas, jugando y riendo con videojuegos que nos acompañaron en la adolescencia, conversando de los amores que se volvieron en desamores, extrañando las ausencias y valorando mejor aún las presencias, pidiendo delivery de pizza o lo que hubiese para comer según la hora, libando licores – no bebiendo – porque sino simplemente en estos últimos días nos hubiésemos convertido casi pseudo alcohólicos basándonos en los parámetros de la OMS, desayunando y quedando estupefactos de las noticias atroces que se transmiten por la TV – donde nos era preferible soltar una carcajada de incredulidad y evitar así activar nuestro sistema simpático al comenzar la mañana – así que mejor apagamos la TV para no abrumar al cerebro. Y claro, como no resaltar el plato de chaufa a la Gusteau que tomó como dos horas hacerlo, no hubiera costado nuestro tiempo haberlo pedido por delivery, pero es por momentos como esos que estoy agradecido y los valoro, ya me corresponderá en su momento dar de mi tiempo para hacer mi especialidad, lasagna a la Linguini.

Tengamos claro y presente que la felicidad como tal, no habita un lugar de tiempo o espacio determinado, no debemos olvidar que para nosotros – seres hablantes – los espacios y tiempos están sumidos por emociones, ya sea de pedazos dichosos o desgarrados de nuestra vida. Así que hagamos aquello que deseemos, porque nada es para siempre, con el transcurso del tiempo, permitámonos llegar a donde elijamos, contemplando el camino y no solo llegando al destino final.

Como seres humanos, solo somos seres pasajeros y valgan verdades nuestra transición por este mundo es muy corta, aún si quizá llegamos a cubrir nuestra expectativa de vida – siendo que la muerte no nos sorprenda cuando estemos transitando la edad lozana – habiendo tenido todo ese tiempo, pues en realidad se hace muy efímero.

No hay tiempo en la vida para hacer todo lo que queramos, nadie tiene el tiempo necesario para hacer todo que lo quisiera hacer, porque la vida es finita. Esa es nuestra gran tragedia, y tal como decía Nietzsche, quien sentía una enorme envidia por la vaca, que andaba pastando sin culpa por lo hecho en el pasado y sin angustia por el porvenir; pues en contrariedad, nosotros como seres humanos no somos así, porque arrastramos culpas y traumas del pasado, miedo a la vejez, miedo a la muerte, miedo a las ausencias, miedo a no concretar los sueños deseados, eso es lo que nos hace seres humanos, es vivir con esos sentimientos trágicos, que como bien decía Unamuno es sabernos finitos. Por ello, desde que nacemos tenemos como mandato que el tiempo debe ser lo más valorado.

Así que, en adelante, considera que cuando alguien te regala su tiempo, en realidad te está regalando parte de su vida, cada uno de esos gestos hay que valorarlos muchísimo.

Permitámonos, seguir creando momentos, donde por un instante no importe como va transcurriendo el tiempo, que como ya sabemos, en nuestro caso, es finito.