jueves, 17 de octubre de 2024

El triunfo surge de las cenizas del “error”

Esta semana no tenía ánimos para escribir, mi mente estaba tan densa de ideas que era difícil identificar alguna que pudiese plasmar en este plano, estuve tratando incluso de actualizar algunos escritos que ya tengo hechos, pero ninguno me nacía compartir. Así, en ese ir y venir de pensamientos, me embarqué en buscar un poema que recordé haber encontrado hace un tiempo atrás, sin embargo, no lo encontré entre mis apuntes, tampoco en mis libros y curiosamente tampoco en internet – que todo lo sabe – pero me encontré por casualidad – o causalidad – con un poema de Pablo Neruda.

Este poema nos invita a asumir la responsabilidad de nuestras vidas y actuar con lo que somos para ser mas libres, en base a nuestras elecciones, quizá está claro que no podemos decidir por todo aquello que nos sucede, pero en cambio tenemos la capacidad de elegir como vivimos.

Alguien me dijo hace poco que no existe el crecimiento sin previamente haber cometido “errores”, es cierto, me atrevo a decir que los errores son la consecuencia de lo que sabemos hacer ahora en cada momento de nuestra vida. Aprendemos de los errores si los miramos de frente. El aprendizaje que hubiéramos podido adquirir con ellos no se produce si los intentamos atribuir a otra persona o a las circunstancias; porque así entonces, somos nosotros los que perdemos.

Incluso cuando las circunstancias sean de las más desfavorables y no podamos hablar de errores, sino de dificultades extremas, podemos trabajar para aceptarlas y empezar a construir nuevos caminos con aquello en lo que realmente confiamos. Puede ayudarnos a tomarnos un tiempo cada día para conectar con nuestro corazón, nuestra voz interior o nuestra conciencia. Entonces, solo así nosotros mismos seremos nuestros guías. Siempre es peor mirar hacia otro lado, aunque aceptar la realidad "tal como es" implique tener que enfrentarnos a grandes retos.

Cuando tomamos algunas decisiones en la vida, no sabemos qué sucederá después. La vida guarda cuidadosamente sus misterios hasta que estamos listos para descubrirlos. Tal vez evitaríamos algunos de los más difíciles si supiéramos todo lo que nos ocurrirá después de emprender un camino que hayamos elegido. Y puede que se trate precisamente de algunos de los que contribuyen más a nuestro desarrollo como seres pensantes.
Neruda tenía toda la razón, la culpa nos arrastra al pasado y a una vida que no es nuestra. Nos aleja de nuestro propio centro, aquel que debemos buscar desde siempre que seamos conscientes. Aprovechemos la invitación a experimentar la fuerza creativa de la vida, la naturaleza, su capacidad de regeneración y su belleza.

La familia, los amigos, el trabajo, la universidad o demás grupos sociales, son lugares privilegiados para buscar experimentar reinventarse cada día con lo que tenemos a nuestro alcance, con aquello que somos, con la mirada limpia y sin culpar a nada ni a nadie. Y es que, como aprendí hace unos días, cada mañana nace un hombre nuevo, cada día tenemos la oportunidad de equivocarnos de nuevo y aprender más aún. Como dice Comte-Sponville, “somos lo que hacemos, con lo que hicieron de nosotros”.

Sin mas preámbulo, les comparto este poema que quizá ya tengan a bien conocer.

Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo
y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte,
enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de tus actos
y prueba que tú siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro,
acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar
y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado
así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones,
de quien vivirá a pesar de todo,
piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo
y tus problemas sin eliminarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor
y a ser más grande que el más grande de los obstáculos,
mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte
y dejarás de ser un títere de las circunstancias
porque tú mismo eres tú destino.
Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate,
lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida;
nunca pienses en la suerte, porque la suerte es:
el pretexto de los fracasados.

No culpes a nadie - Pablo Neruda.